Durante las primeras catorce jornadas de Liga, la Real sumó 26 puntos, más de un tercio de los que ha terminado obteniendo (71) y parte importante en la consecución de un billete para la Champions League. En aquel tramo inicial del campeonato, Beñat Labaien (Bergara, 1987) tuvo su cuota de participación en los éxitos txuri-urdin, como analista dentro del staff técnico de Imanol. Después, a lo largo del parón mundialista, una propuesta procedente de tierras japonesas le llevó a abandonar el club.
Pregunta: El pasado diciembre, en plena temporada, dejó su cargo como analista en la Real y se convirtió en el nuevo entrenador del Tokushima Vortis (segunda división japonesa). ¿Cómo se dieron las cosas?
Respuesta: Fue todo muy rápido e inesperado. En la Real ejercía de analista, pero yo siempre me he considerado entrenador y llevaba años con esa inquietud de llegar a serlo algún día. Las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir y durante el parón del Mundial, en noviembre aún, me llegó la opción de venir a Japón, al Tokushima Vortis. Lo ideal habría sido que esta puerta se abriese en otro momento, pero sucedió entonces y tuve que tomar una decisión.
P: ¿Le costó mucho adoptarla?
R: Te diría que le di hasta demasiadas vueltas. Resultó difícil, pero en este sentido tengo que agradecer la gran ayuda que me brindaron tanto Roberto Olabe como Imanol Alguacil. Yo tenía muy claro que solo iba a dejar la Real si ambos me daban su consentimiento, y los dos se mostraron muy comprensivos conmigo. Me entendieron y me animaron a aprovechar la oportunidad. Obviamente, me marché con un punto grande de pena por dejar un grupo que es un auténtico lujo y donde se quedaban amigos que he hecho para toda la vida.
P: Supongo que su trabajo en el club txuri-urdin le estaba sirviendo también para formarse como futuro técnico…
R: Sin duda. Yo siempre sentí que mi etapa como analista en la Real era parte de un proceso. Sabía que en algún momento me llegaría la posibilidad de entrenar, así que no miraba con obsesión a los banquillos. Me centraba en aprender y en formarme, y ahora te puedo decir que sin esos cinco años en el club no sería el técnico que soy ni estaría trabajando donde lo estoy haciendo. Ten en cuenta que pasé varias temporadas codo con codo con gente que es una referencia mundial en lo suyo, incluido un Imanol que me lo ha dado todo.
P: ¿Le había surgido alguna posibilidad anterior a la del Tokushima Vortis?
R: Sí, alguna opción previa sí que se me había presentado. Pero el paso tenía que ser firme y yo creo que en el Tokushima se dan todas las circunstancias que buscaba. En Japón se respetan los proyectos y se da tiempo a los entrenadores para que los puedan desarrollar. Y, además, a esto último me puede ayudar la tipología de futbolista que predomina aquí, con jugadores de características propicias para que yo intente plasmar lo que propongo.
P: Que su familia viva con usted en Japón significa un plus importante, ¿verdad?
R: Es una parte fundamental de todo esto. Y me siento un afortunado porque, como dices, he podido venir con compañía. Mi mujer dejó su trabajo y digamos que su vida para instalarse en Japón conmigo y con nuestra hija de año y medio. Para mí el bienestar de ambas es fundamental y tenerlas conmigo me es de gran ayuda, aunque la vida del entrenador sea la que es y me lleve a dejarles mucho tiempo solas. En este sentido, hemos tenido la suerte de instalarnos en un país tranquilo y maravilloso.
P: ¿En qué clase de entidad ha aterrizado? Descúbrame al Tokushima Vortis.
R: Hablamos de un club de valores muy similares a los de la Real, con quien de hecho ha firmado recientemente un acuerdo de colaboración. En el Tokushima se cuida mucho la cantera y se otorga mucho espacio para trabajar al entrenador. Esto es algo que te destacaba ahora respecto a Japón en general y que en en mi club se da en mayor medida aún.
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